Un risotto no es un plato tradicional para la mesa navideña, pero ¿quien dijo que tenemos que preparar una cena clásica? El 24 de diciembre no es feriado, hay que ir a trabajar; y -si tenés suerte- te largan antes para que llegues temprano a tu casa o te vayas de parranda con amigos. La idea es que puedas descansar un rato, producirte y que Papa Noel te encuentre espectacular. Este risotto de camarones y salmón puede ser tu solución.
En esta época, las listas de tareas son casi indispensables. En los días previos tenés que haber hecho las compras y asegurarte que los productos que vas a usar sean de primera calidad. Si te preocupas de tener: todos los ingredientes en casa; el caldo de langostinos preparado del día anterior; los camarones limpios y el salmón cortado en trozos; las verduras picadas, y todo reservado en la heladera, tenés el 80% del éxito asegurado.
Al volver de trabajar, podés poner el mantel y la vajilla en la mesa, colocar las velas en lugares estratégicos, y después tirarte a descansar un rato para estar espléndida/o para la hora en que llegan los invitados.
Dale, ponete a escribir tus listas de compras y tareas, que ya empieza la cuenta regresiva.
Ingredientes para el risotto de camarones y salmón:
Para el caldo (revisá el freezer antes de ir de compras. Seguro que tenés cabezas de langostinos o alguna porción de pescado que te van a servir para este caldo)
- 100 grs langostinos crudos (pueden ser solo las cabezas)
- 2 puerros
- 1 morrón
- 6 dientes de ajo
- laurel
- hierbas aromáticas
- sal
- pimienta
Para el risotto
- 300 grs de arroz carnaroli
- aceite de oliva
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1/2 taza de vino blanco (el chardonay -al risotto y a mi nos encanta- pero no hay problema si a vos te gusta otro, siempre que verifiques que no sea dulce)
- caldo (cantidad necesaria)
- 250 grs de pulpa de camarones
- 500 grs de salmón (ya se que es un poco caro, pero estamos hablando de la cena de nochebuena)
- 50 grs de manteca
- 200 grs de queso parmesano rallado
- ciboulette
Preparación del risotto de camarones y salmón:
Caldo
La forma de preparar el caldo es la de siempre, y la concentración de sabores que logres va a tener mucho que ver con el resultado final del risotto. Usá todos los trozos de mariscos o pescados que hayas ido guardando en el freezer con este fin. Revisá también el cajón de verduras y agregale todo aquello que le pondrías a la sopa de la semana. Advertencia: estamos preparando un risotto marino, no le agregues carnes de un animal que no pertenezca a ese medio.
Llevalo al fuego, agregale sal, pimienta y los condimentos y hierbas que vayas a usar. Dejalo que se cocine tranquilo; esperalo mientras se combinan y potencian los aromas y sabores. Cuando el caldo esté pronto, sacalo del fuego y dejalo reposar en la olla un rato. Pasalo por un colador y -una vez frío- reservalo en el frío en un recipiente con tapa.
Risotto
Te recomiendo que los camarones y el salmón -si los compraste congelados- los pases a la heladera el día anterior, para que se vayan descongelando. Lavalos, secalos bien, y trocealos -si es necesario- antes de guardarlos en la heladera. El ajo, la cebolla y el ciboulette también pueden estar picados del día anterior y reservados en el frío.
La técnica es la misma de cualquier risotto. El caldo tiene que estar hirviendo en una olla, junto al fuego que vas a utilizar para preparar tu risotto. Calentá el sartén, y transparentá la cebolla y el ajo. Agregá el arroz y revolvelo durante unos segundos. Es el momento de añadir el vino y luego empezar a agregar el caldo según la técnica del risotto. Por las dudas que no la tengas clara, te recuerdo que tenés que ir agregando el líquido a medida que lo va pidiendo el arroz. No es complicado. Le vas agregando el caldo de a 2 o 3 cucharones, revolviendo bastante, que al risotto le gusta que lo muevas. Cuando se empieza a secar nuevamente, le agrega otro poco. Pero ojo que además hay que ir probando el arroz. Antes que llegue a su punto, deberás agregarle la pulpa de camarones y el salmón. A último momento añadís la manteca y el queso parmesano y dejás reposar -tapado- antes de servir.
El risotto de camarones y salmón está pronto para que lo lleves a la mesa. Algunas velas prendidas, la botella de vino enfriándose en la hielera, solo falta Papá Noel.
Feliz Navidad!!