Hace tiempo que las croquetas de arroz y espinaca, formaban parte de mi lista de recetas pendientes, y este fin de semana les llegó su momento. Las hice en versión apta para celíacos, porque no todos los que se iban a sentar a mi mesa consumen gluten, y prefiero no preparar menúes diferentes. Sin hacer discriminaciones, esos días comemos todos gluten free.
Para hacerlas, no necesitás respetar proporciones o medidas exactas, ya que va a depender -sobre todo- del gusto del cocinero. A mí me gustan con bastante espinaca, para que les aporte sabor además del color. Lo que no vas a poder modificar es la salsa blanca, que tiene que estar bien espesa para que queden firmes y no se desarmen al cocinarlas.
Ya hemos conversado sobre la mejor forma de hacer croquetas, pero te vuelvo a insistir con que no trates de empezar a prepararlas ahora, si las querés comer dentro de una hora. Si te llamaron a último momento unos amigos para invitarse a comer, las croquetas no son una buena opción, y te recomiendo arrancar a amasar unas pizzas. Saqueá la heladera, mezclá los quesos que tengas, pasá por la plancha las verduras que quedan y armá las pizzas con imaginación.
Pero esta receta no era de pizza, sino de croquetas de arroz y espinaca. Así que vamos a la cocina a revisar si tenemos todos los ingredientes, o a preparar la lista de lo que falta.