Pasan los años, y hay platos que logran sobrevivir a las modas. ¿Quien no tuvo una abuela que preparara una fuente de papas -horneadas- cubiertas con leche, huevo y queso rallado? Mi madre también las preparaba para sus nietos y las llamaba: papitas pa´l loro. Con el tiempo, sustituimos la leche por crema de leche y le fuimos agregando algunos otros ingredientes y también lo rebautizamos. Ahora le decimos: gratén de papas.
En definitiva, estoy segura que -en todas sus versiones- sigue siendo un plato bien recibido en cualquier mesa. Por ejemplo, en mi cocina no siempre preparamos la misma combinación. Dependiendo de la estación, de las existencias en la heladera o del cocinero de turno vamos haciendo diferentes variaciones del gratén de papas.
En este caso, elegimos jamón crudo como compañero de las papas, y luego le fuimos agregando otros ingredientes que nos pareció le podían quedar bien. Y no te miento si te cuento que quedó muy bien.
Ingredientes para el gratén de papas:
- 1/2 k. de papas
- 250 cc. de crema de leche
- 3 cucharadas de queso untable
- 2 puerros
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 100 grs. de jamón crudo (en fetas)
- 100 grs. de queso parmesano
- salvia fresca
Preparación del gratén de papas:
La primer tarea a encarar es lavar y pelar las papas. A mí me gusta hervirlas unos minutos antes de ponerlas en el horno. De esa forma, te asegurás que queden perfectamente cocidas y evitas la sorpresa de encontrar papas crudas al momento de servirlas. En el agua agregá -además de sal- un diente de ajo y una hoja de laurel para irle agregando sabor a las papas.
Una vez que están tiernas, sacalas del agua y cortalas en rodajas.
Mientras, picá los puerros en rodajas finas y saltealos en un sartén con aceite de oliva. Aprovechá este tiempo también para cortar las fetas de jamón crudo en trocitos y el queso parmesano en lascas.
Poné un fondo de aceite de oliva en una fuente , y luego acomodá una capa de papas. Sobre ellas, agregá pimienta recién molida, y unas hojas de salvia. Luego, es el turno de los puerros, el jamón y el parmesano. Continuá intercalando capas hasta completar la fuente.
Por otro lado, mezclá la crema de leche con el queso, pimienta y una pizca de sal. Volcá esa preparación sobre las capas.
Terminá con queso parmesano rallado y llevalo al horno hasta que se dore.