Mermelada de tomates de Don Remanso

Mermelada de tomates.

Me gusta aprovechar la estación de cada fruta o verdura para cocinarlas y envasarlas. De esa forma me aseguro estar usándolos en su mejor momento, además de mantener mi despensa bien provista.  El verano es la temporada de cosechar los tomates,  y la mermelada es una de mis  fórmulas preferidas para  conservarlos.

Es verdad que, actualmente, durante todo el año se pueden conseguir, pero  la calidad no es la misma ya que tuvieron que modificar su naturaleza para producirlo o conservarlo fuera de estación. Y, por más que consigan darle buen color y tamaño, nunca pueden lograr que el sabor sea el mismo.  Por eso, si tenés posibilidades de tener una pequeña huerta urbana en tu jardín, terraza o azotea, no dejes de hacerlo. Si no es el caso, consumí los productos de estación, y siempre que puedas, recurrí  a los que provienen de huertas orgánicas.

Cuando preparábamos las conservas de  Don Remanso, a esta mermelada de tomates, la solíamos llamar Tomátelo con calma y la publicitábamos así:  la  podríamos describir de la misma forma que  a un buen vino: de color rojo intenso, presenta aromas frutales con un toque de canela y clavo de olor.

La podés usar en las tostadas del desayuno, como salsa sobre un helado o cheesecake, o acompañando una tabla de quesos y paté.

Ingredientes:

  • 1 kilo de tomates
  • 650 grs de azúcar
  • cáscara de 1/2  limón
  • 2 clavos de olor
  • canela en rama
  • pimienta negra

Preparación:

Lavar los tomates, cortarlos en cubos y colocar en un recipiente hondo.  Cubrir con el azúcar.

Pelar medio limón y retirarle toda la parte blanca, Guardar en una bolsita de tul junto con el clavo de olor, la canela en rama y unos granos de pimienta negra.  Agregar al reciente con los tomates y el azúcar y cubrir con papel film para dejar reposar 12 horas.

Al cabo de ese tiempo, pasar a una cacerola de doble fondo y llevar al fuego suave hasta lograr el punto de mermelada.  Para verificarlo, retirar con una cuchara y dejar enfriar unos minutos en la heladera.

Una vez que está en el punto deseado, dejar que pierda un poco de temperatura, retirar la bolsita de tul  y envasar.

Si vas a preparar poca cantidad,  podés guardarla -en un recipiente limpio- en la heladera para consumir  en las próximas semanas. Si vas a cocinarla para guardar o para regalar, tenés que colocarla en  frascos esterilizados.  De esa forma, mientras no los abras, no es necesario tenerlos en la heladera, y podés conservarlos varios meses.

 

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