El color verde se asocia a la esperanza, seguramente por el colorido de los brotes que anuncian buenas cosechas. Este risotto le debe su nombre a dos motivos, uno de ellos salta a la vista, y el segundo se vincula a la aspiración de que a mi hijo le guste este plato, a pesar de que el color delata la presencia de uno de sus más acérrimos enemigos a la hora de sentarse a la mesa. Este risotto es otro de mis intentos.
Y si, otra vez con el mismo tema: la rivalidad planteada entre mi hijo menor y cualquier cosa de color verde que intentes darle (excepto los billetes estadounidenses que los acepta sin dificultad). Se ha convertido en un desafío personal, y este risotto es parte de mi estrategia.
Viene siendo hora que te avise que, uno de los ingredientes principales de este risotto es la espinaca. No hay forma que la evites, ni la sustituyas, tiene que ser espinaca. No quiere decir que, si convivís con un carnívoro incondicional, tengas obligación de anunciarla en el pizarrón. Es hora de jugar tus cartas, retalo a que lo pruebe y descubra los ingredientes, pero que a vos no te saque más que el nombre: Risotto verde esperanza.
¿Querés saber como me fue a mí? Un éxito. Mi hijo, casi sin darse cuenta, repitió el plato. Y aún, cuando se enteró que era risotto de espinaca, confesó que «no estaba tan mal». No quiere decir que esté pronto aún para la pascualina, pero estamos en camino.
La técnica de cualquier risotto es fácil, solo requiere dedicación y cuidado. Necesita que le vayas agregando liquido de a poco, y que lo remuevas mucho. No te podes ir de la cocina cuando estás preparando un risotto, tené en cuenta que es algo narcisista y tendrás que prestarle mucha atención para que luzca su mejor perfil.
Ingredientes para el risotto de espinaca:
- 2 atados de espinaca
- 1 cebolla
- aceite de oliva
- 1/2 kilo de arroz carnaroli
- 1/2 taza de vino blanco
- caldo de verduras (aprox. 1 litro y medio)
- sal
- pimienta
- 50 grs de manteca
- 250 grs. de .queso parmesano.
Preparación del risotto de espinaca:
Recomendación, adelantá pasos y tené todo pronto para preparar el risotto a último momento. En un restaurante le dicen hacer el «mise en place», a eso que vos y yo hacemos todos los días mientras corremos para poder cumplir con las tareas de la casa, y no llegar tarde al trabajo. Así que ponete el delantal que vamos a preparar nuestro mise en place.
- Tener preparado un caldo de verduras bien gustoso, agregarle laurel, ajo machacado y hierbas.
- Lavar bien las hojas de espinaca, reservar la 1/4 parte y al resto marchitalas apenas en un sartén. Luego licuarlas y agregarlas al caldo que vas a usar para el risotto.
- Rallar queso parmesano para agregar a último momento. Y reservar parte en lascas para decorar cada plato.
- Picar la cebolla.
Calculá que el risotto lleva entre 20 minutos y media hora de cocción, y que deberás permanecer en la cocina mientras el arroz está en el fuego.
- Saltear la cebolla en un sartén grande donde se pueda continuar preparando el risotto.
- Agregar el arroz y remover sin permitir que se dore. Agregar el vino blanco y dejar que se evapore el alcohol.
- Ir agregando de a cucharones el caldo de espinacas, y remover durante unos minutos cada vez. Dejar que el arroz lo vaya absorviendo, e irle agregando más a medida que hace falta. No te olvides de revolverlo, para que vaya liberando el almidón, eso le dará la cremosidad típica de un risotto.
- Agregar sal y pimienta.
- Cuando el arroz está «casi» a punto, agregar las hojas de espinaca fresca que se habían reservado, la manteca y el queso rallado. Remover, tapar con papel aluminio y dejar reposar 5 minutos.
- Servir en los platos con unas lascas de queso parmesano sobre el arroz.
La técnica para hacer el risotto es siempre la misma. Una vez que la dominás, podés hacer cantidad de variaciones: de hongos, de camarones, de calabaza, de pollo… Pero hoy nos jugamos por el risotto de espinaca.