No te voy a decir que está bueno que toquen tantos días de lluvia durante las vacaciones. Pero, como decía mi abuela: al mal tiempo buena cara. Si te fue bien con la experiencia de preparar galletitas con tus hijos, te invito a repetir; esta vez con pastelitos de membrillo. Sigue leyendo
Este verano 2019 está mostrando su faceta rebelde. Pero, no te desesperes. Los días que no dan para playa podés dedicarlos a otras actividades, para las que no tenes tiempo durante el año. ¿Qué tal si, la próxima tarde lluviosa, compartís la cocina con los más jóvenes de la casa? Esta receta de galletitas de vainilla y chocolate es fácil y divertida para preparar con niños. Y además podes ser creativo en la decoración. Sigue leyendo
Siempre me resulta chica la bolsita de amarettis que, cada tanto, compro en la confitería. Además, son muy fáciles de hacer y el cocinarlos en casa garantiza que no están contaminados con gluten. Por lo tanto, sería casi imperdonable que no horneara una camada. Sigue leyendo
No es una receta original, ni sofisticada, pero es una jugada segura. Es fácil de hacer, requiere pocos ingredientes, cuenta con la aceptación de la mayoría y permite muchas variaciones. Y por si fuera poco, tenemos una versión de brownie gluten free. Sigue leyendo
Estos días invernales son ideales para un buen libro, una taza de te y algo dulce para acompañar el momento. Obviamente, el estar estrenando la condición de «retirada», me permite disfrutar de estas libertades. Por consiguiente, resolví que dedicaría la tarde a la lectura; y tener a mano estas tortitas de zanahoria, o carrot cake, me vino como anillo al dedo.
Las preparé pensando en los próximos cumpleaños familiares, para los cuales necesitaba nuevas recetas que luego pudiera transformar en aptas para celíacos. Como sabrás, en la cocina todo se trata de ensayo y error, así que suelo probar varias recetas, e irlas modificando hasta encontrar la que creo que es la mejor. De hecho, en esa tarea había estado, y gracias a ello esta tarde de alertas meteorológicos me encontró con mi versión de mini tortas de zanahoria prontas y cubiertos con un espectacular frosting de queso. Envidiable situación la mía.
Esta crema de queso es perfecta para baños y rellenos de tortas. Con la torta de zanahorias es un clásico, y existen más que razones para que se hayan ganado ese título.
Si todavía no la probaste, es hora de que te animes.
El otoño fue avanzando y ya parece invierno. Pero no permitas que te deprima una tarde de domingo como la de hoy; una porción de chocolate y un buen libro son el antídoto más eficaz para una jornada gris. Yo preparé esta tarta de chocolate semi amargo, que es el que más me gusta, y la acompañe con una compota de frutos rojos para que le aportara el toque dulce.
No lleva harina, y la proporción de azúcar es muy poca; de todas formas no te engañes, no es de bajas calorías. Te recomiendo disfrutarla sin culpas, ya tendrás tiempo durante la semana de volver a tu dieta.
Preparé la compota de frutos rojos como acompañamiento, porque mis hijos no son fanáticos del chocolate amargo, y de esa forma el dulce de la compota lo balanceaba. Personalmente, creo que un copo de helado de crema, o mermelada de mandarinas, lograrían que el chocolate se luciera mucho más. Lo dejo a tu elección, de todas formas prometo pasarte pronto la receta de la mermelada de mandarinas, para que puedas probar esa combinación.
La tarta de chocolate necesita reposar unas horas en la heladera, así que te recomiendo prepararla el día anterior. La compota la podés tener pronta con anterioridad, ya que en la heladera se conserva varias semanas.
Esta época del año me solía encontrar horneando varias tandas de Budín Inglés. Siempre lo preparé con la receta de mi vieja, pero este año tuve que buscar una versión gluten free para que pudiéramos compartirla entre todos.
No quería que la nueva receta perdiera la esencia del Budín de Ruth, que es la que lo hace insuperable y sobre todo inconfundible, así que traté de mantener todos los ingredientes que usaba mi vieja siempre que no contuvieran gluten. El resultado es un budín aromático, apenas más seco que la versión original, pero que me sigue recordando las navidades de mi infancia. Y eso es lo que buscaba, así que puedo sentirme satisfecha.
Esta receta me la pasó una amiga hace unos cuantos años, y a pesar de que es fácil y exquisito hace mucho que no lo hacía. Hace unos días, ordenando recetas, la encontré y la preparé para una merienda con amigas aprovechando que tenía dátiles en la despensa.
Me parece ideal para acompañar un café y una tarde de charlas con amigas. Cuando se reúne un grupo de amigas entrañables pasa de todo. De a ratos hablamos todas a la vez, y de a ratos nos callamos para escucharnos, nos reímos mucho y también lloramos; discutimos, aconsejamos, aceptamos consejos y nos rezongamos porque siempre que nos brota la madraza. Hablamos de nuestros sueños, de los hijos, del amor, de moda, de libros, de arrugas, de trabajo, intercambiamos recetas, dietas y comentarios de la última novela brasilera. Y cuando nos separamos nos damos un fuerte y reconfortante abrazo.
Ya ves el valor que tiene una reunión de amigas. Así que para la próxima, ponete el delantal y prepará algo rico, que la ocasión se lo merece. Fijate si tenés todos los ingredientes y vamos a empezar.
Voy a comenzar por explicarte el motivo de incluir esta receta de tarta de frutas, con una opción apta para celíacos.
Este año, como todos los años por estas fechas, festejamos los cumpleaños de dos de mis hijos, lo que implica un gran despliegue en la cocina. Siempre tratamos de lucirnos, para lo cual investigamos, buscamos nuevas recetas, probamos, y el menú final se resuelve en familia. Sigue leyendo