Y si… ahora se nos ha dado por comer todo enrollado o empaquetado y en cada gastronomía local podemos encontrar su «envueltito» particular. Hace algunos años conocíamos los niños envueltos y los panqueques o canelones (según el relleno) y ahí se terminaba la historia.  Pero después nos fueron llegando de  China los arrolladitos primavera, de Mexico  los burritos, de Vietnam los rollitos en papel de arroz, de Japón los rolls, de Italia los rondine o rondelle, y ahora los wraps, que surgen de la  fusión de la comida mexicana y texana.

En definitiva, el wrap se prepara con una especie de tortilla de harina de trigo, con la que se envuelven diferentes rellenos: carnes, fiambres, quesos, verduras, salsas.

A mi me gusta experimentar, así que probé distintas recetas de masas y de rellenos para los wraps, hasta encontrar la selección que adoptamos como «la de la casa». Te debo confesar que no encontré una masa sin T.A.C.C. que me conformara, de modo que mi recomendación, si tenés que preparar alguno apto para celíaco, es que lo hagas con tortillas de maíz, o creps.  Las tortillas de maiz las podés conseguir en muchos comercios, y te dejo una receta de creps libres de gluten.

Las opciones de relleno son muchas.  Revisá tu heladera antes de salir a comprar, ya que seguramente tenés cantidad de ingredientes que podés aprovechar. Usá tu creatividad para elaborar tu propia versión de wrap. Tené en cuenta que si querés agregarle alguna salsa, tendrá que ser espesa, o  que cada uno la agregue en su wrap una vez armado y servido.

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